EXHIBICIONES TEMPORALES

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Legado vivo: 86 años del Museo Pedro del Río Zañartu (Noviembre 2024 – Marzo 2025)

El concepto de legado hace referencia, por un lado, a la transmisión de un patrimonio material, pero, también, a un patrimonio afectivo, que tiene relación con valores y, especialmente, con experiencias de vida. A 86 años de la apertura al público de la Casona Museo Pedro del Río Zañartu, deseamos activar el inicio de un reencuentro esperado que nos conecta a la vivencia del recorrido original al edificio. Transitar por el ala norte y sur de la casona, asomarse por las puertas verdes cortadas a la mitad, respirar profundo y adentrarse en la cotidianidad de esta familia aristócrata de Concepción, fue para muchas generaciones su primer encuentro con la densidad de lo histórico y el significado de lo patrimonial. Un “lugar de memoria” diría Pierre Nora, que escapa al olvido y que renace desde los universos afectivos de una comunidad.

Para dar continuidad al trabajo con colecciones y ampliar las experiencias en la casona, se reabre el comedor de uso diario para los y las visitantes, quienes podrán, además, acompañar el recorrido con una exposición museográfica que integra fotografías de las salas originales y objetos que dialogan con esos imaginarios de época, su contexto social y cotidiano. Este hito cultural, que conmemora un año más de la Casona Museo y su legado, es un gesto no sólo de recuperación de un espacio anhelado por la comunidad visitante del Parque Museo, sino que, también, es una invitación al encuentro y diálogo transgeneracional en torno a la historia reciente regional y sus múltiples conexiones con nuestras personales historias que son, también, patrimonio y legado.   

Sobre la casona museo

Construida a mediados del siglo XIX (1870), en el corazón del Fundo Hualpén, la Casona Museo – “casa chilena de la zona central” – es una edificación de muros estructurados y revestidos por completo en madera, techo de paja, con galerías y patio central. Se trata de un edificio particular y único, pues, a diferencia de las casas de hacienda características de la zona, sus muros no son de adobe. 

En una primera etapa la casa tuvo menores dimensiones, las que fueron ampliándose a través de los años. Su color original era blanco grisáceo y no existían las galerías vidriadas. Pasados los años, se construye la galería oriente de la casona, lugar que albergó gran parte de las colecciones mientras Pedro del Río estuvo con vida. El ala norte estaba ocupada por el salón, vestíbulo y dormitorio de alojados. En tanto, el ala sur estaba formada por la sala de billar y servicios. La cocina, bodegas y cochera se encontraban en el ala poniente.

Una vez modificado su testamento el año 1917, Pedro del Río plasma su voluntad de legar a la ciudad de Concepción el Fundo Hualpén, heredado por su madre Francisca Zañartu y Trujillo. Es en 1938 que el museo abre sus puertas al público, cumpliendo así el deseo de Pedro del Río: “continúen siempre proporcionando estos ratos de placer a los visitantes i sean con el tiempo el paseo favorito de la ciudad de Concepción” (extracto cláusula octava testamento Pedro del Río Zañartu, 1917).