Recursos Educativos

En esta página podrás encontrar una serie de recursos digitales en educación ambiental, desarrollados por el equipo de Cultura y Patrimonio para ser utilizados en aula, ya sea en espacios educativos formales y no formales.

Video ‘’Tigre de tela’’

Colección Museo Pedro del Río Zañartu

Video ‘’Kupulwe’’

Colección Museo Pedro del Río Zañartu

Avifauna Ilustración

Avifauna del Parque Museo Pedro Del Río zañartu

Tríptico Parque Museo

Video ‘’Zapatos para pies de Loto’’

Colección Museo Pedro del Río Zañartu

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Día Mundial del Medio Ambiente 2024: Mundo Fungi en PRZ

Biodiversidad Parque Museo Pedro del Río Zañartu

vida, viajes y legado de pedro del río zañartu

Pedro Del Río Zañartu, nace en Concepción, el 1 de agosto de 1840. Fue un filántropo, agricultor y empresario, dueño de minas en el norte y, también, poseedor de una flota de barcos de transporte. Reconocido por ser una persona multifacética, dedicada en varios ámbitos, siempre fiel a sus orígenes, viajero y gran exportador del siglo pasado. Fallece el 5 de mayo de 1918 en su residencia, en calle Tucapel.

Su enseñanza básica la cursó en el Liceo Concepción donde refuerza su formación religiosa. Luego sigue su enseñanza en Valparaíso, donde recibe una educación, fundamentalmente, mercantil, base de su inquieto espíritu empresarial. También va adquiriendo diversas culturas gracias a sus variados viajes y numerosas lecturas. 

Uno de los rasgos a destacar de don Pedro es su progresismo, es decir, siempre tuvo su mirada en el futuro con el fin de construir algo mejor y así lograr el éxito. Fomentó el comercio marítimo, haciendo posible la importación de nuevas especies como las vacas holandesas y nuevos cultivos como té, algodón y, con especial énfasis, la remolacha azucarera. Se dedicó a la explotación de saladeros para competir con las carnes saladas que llegaban de Estados Unidos. Siempre fue observador y crítico en sus viajes y aventuras, manteniendo su afán de promover en Chile nuevas técnicas que había adquirido en sus andanzas.

Participó en el rubro empresarial con entusiasmo y perseverancia, formando así, una vida pública bastante ocupada. Llegó a ser capitán del Batallón Cívico de Concepción, socio fundador del Club Concepción y del Banco Concepción en 1871. Fue además designado subdelegado, por el Gobernador del departamento de Talcahuano.

Tuvo importantes planteamientos ecologistas. Su preocupación por la disminución de los bosques en Chile lo lleva a proponer la creación de parques y reservas nacionales, una visión que según algunos es adelantada a la época producto de sus largos viajes alrededor del mundo. Su visión se refleja en su legado del Fundo de Hualpén a la ciudad de Concepción. En vida recomendó no cortar y conservar sus bosques, haciendo referencia a las grandes arboledas que plantó en sus terrenos rurales.

Recomiendo que no se permita cortar ningún árbol, que se poden, conserven i aumenten sus lindos bosques como yo lo he hecho hasta aquí… Es mi deseo también que en la parte destinada a cultivos o arrendamientos se de preferencia la formación de quintas, vergeles y juegos a fin de qué vaya adquiriendo mayor importancia i todo el fundo llegue a ser un inmenso paseo” (1917 – Cláusula 8 del testamento de Pedro del Río Zañartu).

Otro rasgo destacable de Pedro del Río Zañartu fue su sensibilidad social. Dicha preocupación recaía por sobretodo en la educación, les efectos del alcoholismo y las instituciones de caridad.  Su filantropía y preocupación por los más desposeídos lo llevó a donar a la sociedad de Fleteros “Pedro del Río Zañartu” un sitio para la construcción de su sede social. Al mismo tiempo, vendió en ventajosas condiciones a la Sociedad Cooperativa de Habitaciones para obreros un terreno en la que se emplazaría una población, al que en 1914 se le suman los terrenos vendidos a la Comunidad Obrera de Habitaciones “Pedro del Río Zañartu”, lo cual tomó posteriormente la forma de barrio denominado del mismo nombre. En favor del desarrollo de los estudiantes de la zona, solía invitarlos en grupos numerosos, a quienes agasajaba y ofrecía actividades deportivas y culturales. Hizo además importantes aportes en favor de la naciente Universidad penquista, donando al Comité Pro Universidad y al Hospital Clínico Regional.

GENEALOGÍAS

Hijo de Pedro José del Río y Cruz y Francisca Zañartu y Trujillo. De su madre heredó la fe, y sus ideales cristianos. Su padre, quien falleció cuando él tenía 22 años, fue desde joven un patriota, ingresando al batallón de línea de Concepción en 1792. Pedro del Río Zañartu construye en 1870 su casa en el fundo Hualpén, el cual lo hereda en parte de su madre, fundo que desde la Conquista perteneció a la familia Santa María, Zañartu y del Río. En 1875 se casó con doña Ana Rosa Serrano y Squella. Del matrimonio nacen dos hijos: Ana Rosa, que nace el 7 de marzo de 1876, y Pedro, quien lo hace dos años después.

La vida de Pedro del Río estuvo marcada por una dolorosa tragedia que dio inicio a sus viajes alrededor del mundo. Arreglado sus negocios, don Pedro quiso compartir junto a su esposa y sus hijos unos días de distracción y descanso en medio de los suyos, para lo cual trasladó a su familia al fundo Hualpén. Ya en los días de verano de aquel febrero de 1880 sobrevine la tragedia. Su esposa e hijos se contagian de difteria (infección bacteriana grave que afecta a las membranas mucosas de la nariz y la garganta), enfermedad asolaba a Chile por aquellos días. Esta infección, provocaría la muerte en días sucesivos de su esposa Ana Rosa y sus dos hijos.

Toda está desventura deja don Pedro del Río sumido en una profunda tristeza. En su Casona vacía y silenciosa, cada sala y espacio le recuerda su familia perdida. Abatido por la gran pena y para mitigar el profundo dolor, decide emprender sus viajes. En su primer viaje por el mundo, sus tristes recuerdos son presentes y contantes. En sus crónicas de viaje, efectúa evocaciones llenas de sentimientos hacia su familia, tanto así que todo lo que mira lo asemeja a su estado de su alma. Así viajaba incansablemente, sin detenerse jamás para no quedar a solas con su pena, para no perder el juicio, para mantenerse vivo.

Primer viaje alrededor del mundo

El 7 de julio de 1880, el mismo año de la tragedia empieza su recorrido. Se embarca acompañado de su sobrino, Emiliano Fuentes, hacia el norte, pero es detenido en Perú por la Guerra del Pacífico. Vuelve hacia el sur y recorre Argentina, Uruguay y Brasil, antes de embarcarse hacia Estados Unidos. Nueva York los recibe, para luego hacer un recorrido por Filadelfia, Washington y Boston. Canadá es el siguiente destino, donde visita Toronto, para finalmente volver hacia California, en Estados Unidos. A finales de diciembre, toma un barco a vapor llamado “City of Tokio” rumbo al continente asiático. Allí visita ciudades como Shangai, Cantón, Bombay, Dehli entre muchas otras. Termina su recorrido por Asia yendo hacia El Cairo y Tierra Santa, para luego emprender su viaje hacia África y Europa. Hungría, Francia, Rumania, Suiza, España y Marruecos fueron solo algunos de los países en los que estuvo. Concluye su viaje en agosto de 1882. En total visitó 298 ciudades, villas y pueblos de los 5 continentes. Tras su aventura, escribe un diario de viajes, que luego transforma en el libro titulado “Viaje en Torno al Mundo por un chileno”.

Segundo viaje alrededor del mundo

En 1883 contrae matrimonio con doña Carmen Urrejola Unzueta, quien acompañaría al filántropo por casi 35 años, juntos recorrerían el mundo en tres ocasiones, 1887-1889 (Europa); 1904-1905 (Centro y Norte de América, Europa y cercano oriente) y en su último viaje realizado entre 1912-1913 (recorre Europa y parte del norte de África). Su segundo recorrido empieza en 1887 rumbo a Europa, antes pasando por Paraguay, cruzando la Cordillera de los Andes. Ya en camino a Europa, visita Cabo Verde, Islas Canarias, Madera, Cerdeña y Corfú. Visitó distintas ciudades como París o Dresden.

Las crónicas de su segundo viaje nunca conocieron la luz pública luego del hundimiento del vapor “Cotopaxi”. Pero años después, en 1897, se publicarían Los “Nuevos Viajes” que retratarían sus andanzas en Paraguay.

Tercer y cuarto viaje alrededor del mundo

Su tercer viaje comienza el 27 de febrero de 1904. Esta vez el matrimonio es acompañado por su sobrino, Pedro del Río Serrano. Su destino: América del Norte, Europa y Medio Oriente. Luego de un breve paso por países y puertos de la costa sudamericana, llegan a México para continuar hacia Estados Unidos. Llegan a Nueva York para luego dirigirse a Europa. Países como Alemania, Austria, Turquía y Grecia son visitados por don Pedro. Llegan a Egipto para dirigirse hacia el Rio Nilo hacia la frontera con Sudan. Regresan a América desembarcando en Rio de Janeiro. Terminan su recorrido en el sur de Chile, visitando Puerto Octay, Llanquihue, Puerto Montt, entre otras ciudades. Este viaje sucede en plena revolución industrial, por lo que la modernidad se hace presente en todo el recorrido. Los rascacielos en Nueva York o los carros eléctricos en Montevideo son muestra de aquello.

A don Pedro también le llamó la atención el cambio social que se vivía en la época, dando cuenta de la migración campo ciudad, fenómeno que se daba mucho en naciones europeas. Finalmente, su cuarto y último viaje lo realizó en 1912, donde visitó ciudades como París, Budapest, para embarcarse a Argelia. Don Pedro, ya anciano, no dejó en escrito su cuarta travesía. En agosto de 1913, regresa a Chile junto a su esposa luego de hacer escala en Brasil para volver a Talcahuano.

Legado a la ciudad de Concepción

El 8 de noviembre de 1917 don Pedro extendió su testamento, legando el fundo Hualpén, la casa y sus colecciones a la ciudad de Concepción el que deberá llamarse “…desde mi muerte Parque Pedro del Río Zañartu”. Mediante la cláusula octava se dispone y fundamenta la donación del Parque y del Museo.

El Parque Museo tiene una extensión de 552 hectáreas y que incluye la Casa Museo, sus muebles y colecciones. Don Pedro siempre tuvo el sentimiento de amor hacia la provincia y ciudad de Concepción y esa fue una de las razones del legado. Su añoranza regionalista, mostrando siempre su preocupación por el bienestar de los más necesitados, estuvo presente en el hasta el día de su muerte. Siempre estuvo en contra del centralismo, siempre criticando el abandono que se dio con la ciudad y las provincias. Don Pedro describía siempre con gran cariño su natal Concepción “donde nací i moriré”.

Fallece el 5 de mayo de 1918 en Concepción. A su muerte su fundo fue administrado por su sobrino, Pedro del Río Serrano, de quien dice Doña Carmen:

«Conoce como nadie cuál fue la mente del testador al legársela a su ciudad, estando así capacitado para cumplir fielmente su voluntad”.

En diciembre de 1938, se hace efectivo el testamento y oficializa el legado, la Casa pasa ser Museo y el Parque abre a la ciudad.