Durante el mes de mayo inició el proceso de reforestación con flora nativa del sector denominado como Mirador Laguna Verde en el Parque Museo Pedro de Río Zañartu. Se trata de un plan de acción de restauración ecosistémica relevante en esta quebrada, que permitirá proteger el Humedal Laguna Verde y favorecer el atractivo turístico del mirador que ha sido foco de incendios forestales los últimos años. Son 56 núcleos, más de 270 ejemplares nativos, de casi 15 especies, las que han sido plantadas, hasta el momento, en este proceso que espera cumplir su ciclo durante la primavera de este año. La zona de 0,2 hectáreas, fue escogida por su ubicación estratégica, al ser una pendiente de desplazamiento hídrico, por lo que la reforestación protegerá el suelo de la erosión, resguardando en este humedal que alberga uno de los bosques mejor conservados en el Parque Museo.
Para Javiera Matus de la Parra, Directora Ejecutiva del Parque Museo Pedro del Río Zañartu, esta iniciativa va en alianza con el plan de gestión patrimonial que, actualmente, se desarrolla en el espacio, “dotando no sólo de nuevos contenidos en educación medioambiental sino que, también, resguardando y fortaleciendo nuestras áreas verdes que conservan en su mayoría especies endémicas y arboles nativos. Con este proyecto de difusión ambiental fortalecemos la prevención de incendios forestales”, comenta.
Efectivamente, esta quebrada llega hasta el humedal Laguna Verde, uno de los bosques mejor conservados, donde anida una gran cantidad de aves y existe una alta biodiversidad de especies nativas y endémicas. «La reforestación es importante, también, porque se han establecido especies en peligro de extinción y otras categorías de conservación, destacando el patrimonio natural presente en el Parque”, comenta el Ingeniero Agrónomo Diego Aguilera, parte del equipo a cargo del proyecto de reforestación junto al Biólogo, Rodrigo Toledo. Las especies que se están viverizando y se han plantado en la zona son: Maqui, Peumos, Olivillo,Pitao, Huillipatagua, Litre, Boldo, Corcolén, Pelu, Corontillo, Voqui Colorado, Calle-Calle, Chupalla, Quebracho y Arrayán. El Pitao, por ejemplo, es una de las especies amenazadas y en peligro de extinción a nivel nacional.
Otro de los aspectos importantes del proceso de restauración ecológica son las acciones de vinculación con distintas comunidades, especialmente, de trabajadores/as en Parque Museo y con organizaciones de personas interesadas en el medioambiente y el cuidado del patrimonio natural. En ese sentido, se han realizado charlas a la comunidad trabajadora del Parque Museo y actividades de voluntariado con organizaciones socioambientales como el grupo de vinculación territorial de la Universidad de Concepción. Igualmente, se han activado instancias educativas en el Centro de Flora del Parque Museo donde jóvenes estudiantes han podido acercarse a las distintas etapas que involucra la propagación de flora nativa, la reforestación, su importancia y formas de cuidar la biodiversidad de la región. “De esta manera hemos aportado en la educación ambiental de niños, niñas y familias que han participado de estos talleres, como los desplegados en el Día de los Patrimonios en Parque Museo y en la Feria Ambiental Regional, hace algunas semanas”, explica Rodrigo Toledo, destacando, que continuarán con estas acciones durante el segundo semestre.
El paso a paso
Las etapas que involucran este proceso de restauración ecológica en núcleo, iniciaron con el análisis del sector, que está intervenido actualmente por cortafuegos. Luego, se realizó un trabajo sobre suelo, erradicando la flora exótica del lugar y utilizando sus residuos orgánicos para contener la erosión. Posteriormente, vino la etapa de selección de plantas ya propagadas en el Centro del Flora del Parque Museo donde se activaron las jornadas de reforestación. “Pensamos en finalizar estas actividades en un año más, pues estamos, también, viverizando arbustos y flores nativas que serán plantadas en el sector reforestado y que requieren de un monitoreo en el lugar”, comenta el equipo a cargo.